El barranco de Masca se encuentra en el Parque Rural de Teno, un espacio natural protegido en el que te espera una amplia variedad de paisajes donde se mezcla, en proporción perfecta, el trabajo del vulcanismo, el modelado del tiempo, muchas especies de flora y fauna exclusivas y la huella que los seres humanos han ido dejando a lo largo de su historia. Te invitamos a descubrir este territorio que forma parte, por méritos indudables, de la Red Europea Natura 2000.
Siete millones de años de historia volcánica a la vista
Teno es uno de los territorios más antiguos de Tenerife. Capa sobre capa, fue creciendo desde el lecho marino y, hace aproximadamente unos siete millones de años, alcanzó el nivel de la superficie del mar, para no quedarse ahí sino seguir superponiendo coladas de magma durante unos dos millones de años más, hasta elevarse como un macizo mucho más alto y ancho de lo que es en la actualidad. Durante los últimos 5 millones de años apenas han sucedido nuevas erupciones. Ha sido el reinado de la erosión: el mar, la lluvia y la gravedad han ido desmantelando el macizo, tallando acantilados y barrancos, dejándonos ver hoy en día su esqueleto interior.
Teno refugia una enorme diversidad de vida
Este macizo montañoso, a pesar de su reducida superficie, se eleva hasta los 1354 metros de altitud. Desde la costa hasta la cumbre se suceden diferentes condiciones para la vida: muchas horas de sol y poca lluvia en la costa, paredes verticales en los acantilados, cumbres casi siempre cubiertas por la bruma… Esa variedad de espacios, unida al aislamiento de Teno, lo han convertido en un bastión de la biodiversidad, con poblaciones de especies en peligro, e incluso con plantas y animales únicos y exclusivos del parque.
La dureza de la vida humana en el pasado
Durante siglos, la población de Teno ha tenido que adaptarse a sobrevivir con los materiales disponibles en las cercanías, hasta mediados del siglo XX, cuando se mejoraron las comunicaciones. Esto supuso construir sus casas principalmente con roca volcánica, barro para las tejas y madera de los bosques cercanos. Pero sobre todo tuvieron que, en estos terrenos tan escarpados, “inventar” pequeñas superficies llanas donde poder cultivar, convirtiendo las laderas en escalones de huertas. Los bancales de cultivo, las pequeñas casas, los riscos, barrancos y valles, son los ingredientes que forman el paisaje de Teno.
Teno es mucho más que Masca
El barranco de Masca es uno de los cañones que la erosión ha tallado en Teno. Pero en el parque rural, además de esos profundos barrancos también puedes contemplar la verticalidad de los acantilados marinos y la suavidad de las vegas de cultivo.
Aquí podrás hacer senderismo de distinto nivel de dificultad por su red de senderos señalizada que une con una red de caminos los bosques de laurisilva, los caseríos y la costa. En los pueblos, cuentas con pequeños alojamientos tradicionales a tu disposición y puedes probar sus productos artesanales como el sabroso queso de cabra. Son muchas las opciones que Teno te ofrece. Merece la pena dedicarle un tiempo a descubrirlo con calma.
El caserío de Masca es una de las mejores muestras de arquitectura tradicional canaria y es Bien de Interés Cultural, como conjunto histórico. El caserío de Masca merece una visita con tiempo. En su núcleo principal, La Piedra, está el Centro de Visitantes y la ermita de la Concepción. El camino del barranco de Masca recorre un cañón tallado por la erosión, que alberga especies endémicas únicas en el mundo.Caserío de Masca
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Barranco de Masca